¡Tu carrito está actualmente vacío!
La historia de la humanidad se ha tejido siempre entre actos de creación y réplica. Observar, aprender y reproducir han impulsado nuestra evolución; sin embargo, hoy esa pulsión se intensifica hasta rozar la pérdida de la individualidad. En la serie “Selfie Clon Dolly”, el gran artista contemporáneo Aldo Acosta Scholz explora cómo la persona moderna, saturada de referentes, reproduce modas, gustos y conductas con tal naturalidad que las fronteras entre el yo y el modelo se difuminan. El resultado es una identidad reflejada, un espejo múltiple donde la originalidad se confunde con el eco y donde el deseo se transforma en una búsqueda de sentido.
“SELFIE CLON DOLLY N° 1” 2013
En 1996 nació Dolly, la primera oveja clonada a partir de células adultas. Más de un cuarto de siglo después, la palabra “clonación” se ha vuelto metáfora cultural. El teléfono móvil —convertido en cámara omnipresente— invita a capturar y compartir la propia imagen, pero también a inhalar sin filtro la imagen ajena. El selfie, lejos de ser un simple autorretrato, funciona como billete de entrada a una galería colectiva de rostros y poses estandarizadas. Copiamos gestos, filtros y escenarios: la clonación se volvió cotidiana y voluntaria. Estas pinturas originales dialogan con esa memoria visual de una sociedad que se replica a sí misma y ofrecen a los coleccionistas la oportunidad de comprar pinturas originales que cuestionan la cultura de la copia.
“SELFIE CLON DOLLY N° 5” 2013
¿Por qué imitamos? Las neurociencias destacan que las neuronas espejo facilitan la empatía y el aprendizaje por observación. Socialmente, la pertenencia brinda seguridad y validación; imitar refuerza la sensación de ser aceptados. Sin embargo, en un universo digital donde cada estímulo se amplifica, la imitación se dispara. El deseo de encajar se confunde con la urgencia de ser visto, y la copia deja de ser un puente hacia la autenticidad para convertirse en fin en sí misma. La selección en venta de pinturas de arte contemporáneo exponen esta tensión y devuelven al espectador la tarea de repensar su propia originalidad.
“SELFIE CLON DOLLY N° 2” 2013
La clonación cultural ya no avanza solo de persona a persona; un algoritmo acelera el proceso. Las plataformas sociales premian la repetición: tendencias y filtros virales prosperan porque son fáciles de replicar. El sistema recompensa lo familiar, nuestra memoria colectiva se puebla de réplicas y lo genuino corre el riesgo de ser invisibilizado. Dentro de las pinturas de arte contemporáneo, esta serie plantea la pregunta: ¿qué sucede con la experiencia humana cuando la novedad es absorbida al instante y devuelta como plantilla?
“SELFIE CLON DOLLY N° 3” 2013
Cada obra de “Selfie Clon Dolly” representa la figura humana envuelta en patrones visuales basados en la clonación. Capas de veladuras sugieren identidades superpuestas: ovejas clonadas se deshacen y reaparecen como si el espectador deslizara una pantalla infinita. Los colores poco saturados, sometidos a leves desplazamientos tonales, evocan la variación mínima entre un original y su copia. La factura al óleo subraya la paradoja: un medio clásico rescata la huella de la mano en una época que diluye la firma individual. En nuestra galería de arte contemporáneo podrás comprar pinturas de arte contemporáneo que fusionan lo onírico con una crítica social incisiva.
“SELFIE CLON DOLLY N° 6” 2013
La clonación cultural no es necesariamente negativa; puede ser rito de aprendizaje y comunión. El problema surge cuando la copia se vuelve espejo único, cuando la diferencia se percibe como amenaza. En “Selfie Clon Dolly” se invita al espectador a interrogar su relación con las tendencias: ¿en qué momento adoptamos hábitos que no explican nuestra historia interior? ¿Dónde termina la inspiración y comienza la renuncia a la autenticidad? Quien decide contemplar la selección en venta de pinturas originales de esta serie se enfrenta a un laberinto de identidades duplicadas que, paradójicamente, exhorta a buscar un yo más profundo.
“SELFIE CLON DOLLY N° 4” 2013
La colección incluye láminas pinturas originales en venta para quienes prefieren ediciones de colección sin renunciar al discurso crítico. Cada pintura original conserva la fuerza conceptual del y permite que la obra circule, amplificando su reflexión sobre la clonación cultural. Al adquirirlas, el coleccionista participa activamente en el diálogo y convierte su espacio en un recordatorio de la resistencia estética frente a la homogeneidad.
Así como Dolly simbolizó el umbral biotecnológico que invitó a repensar la singularidad de la vida, el selfie marca hoy el umbral sociotecnológico donde evaluamos la singularidad de la identidad. Las pinturas de Aldo Acosta Scholz se sitúan en ese cruce y proponen que la verdadera originalidad no reside en huir de la influencia, sino en integrarla conscientemente, filtrarla por la experiencia y la intención. “Selfie Clon Dolly” invita a mirar, reconocerse y elegir qué parte del reflejo conservar, mientras se ofrece al público la oportunidad de elegir entre nuestra selección en venta de pinturas originales que redefine la relación entre copia y creación.
Envíanos un mensaje por WhatsApp o contáctanos a través de este enlace:
Copyright © All rights reserved